sábado, 3 de noviembre de 2012

Cuando eramos niños. El ideal con la niñez eterna


Cuando éramos niños.
Cuando éramos artistas.
Cuando creábamos mundos en vez de consumirlos.
Cuando ganábamos juegos y no peleas.
Cuando compartíamos y no hacíamos negocio.
Cuando bebíamos por sed y no por estrés.
Cuando no conocíamos ninguna santa escritura.
Cuando la diversión en las vacaciones no era proporcional a los kilómetros recorridos.
Cuando la felicidad no era proporcional al salario obtenido.
Éramos lo que queríamos ser.
Hablábamos de lo que queríamos hablar.
Opinábamos por nuestro propio autodescubrimiento.
Y con nuestras preguntas dejábamos a los adultos sin aliento.
Ahora sé que el peligro no estaba en el clóset.
Ni en los vampiros ni en las brujas.
Ahora sé que el verdadero monstruo me está consumiendo.
(Y me ha susurrado que su nombre es “SISTEMA”).

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