jueves, 1 de noviembre de 2012

Educar,no dirigir

Cuando aprendemos algo dirigidos por otro que no somos nosotros mismos, ese aprendizaje es difuso, pobre y muchas veces contaminado de emociones. Otro ejemplo: “Si fui tremendamente castigado, privado de mis deseos y manipulado solamente para aprender a leer, les aseguro que creceré con un fuerte rechazo a la lectura.” Nos preguntamos seguido porqué los jovenes leen cada vez menos. Yo creo que la respuesta está en que nunca quisieron aprender a leer, nunca buscaron un libro, sino que los sentaron a la fuerza y los obligaron mientras querían hacer algo diferente. Es lógico que nadie quiere leer! Si todas mis experiencias en una piscina son el recuerdo de mi padre lanzandome mientras yo protestaba, nunca voy a querer nadar!


A nadie le gusta ver una película a la fuerza, leer un libro con una pistola en la cabeza, o besar a una persona que no le atrae. ¿Porque insistimos que lo hagan los niños?

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